Valdecoro, Espolón Sur. 6b/A0, 300 m. MD Inf.
El Pico Valdecoro se levanta sobre la Liébana, encima del pueblo de Espinama del que apenas le separan 2 km en línea recta. El sencillo recorrido que se dibuja al norte a través de sus praderíos, nos permite ganar caminando los 1816 metros de su cumbre. Esa sosegada ruta contrasta sobremanera con la escarpada vertiente meridional del pico, aprovechada por los pioneros para trazar varias líneas de escalada. Entre ellas, la ruta original del espolón sur.
Las primeras luces perfilan de forma casi perfecta la línea del espolón sur.
Historia; El espolón sur del Valdecoro fue abierto en 1969 por la cordada formada por Ezequiel Conde, Gervasio Lastra, Miguel Ángel Herreros y Enrique Muñíz.
La aproximación al pico la hacemos desde Espinama, por la pista que sube dirección norte hasta los invernales de Igüedri. Nada más pasarlos llegamos a la Portilla del Boquerón, estrechamiento donde podemos dejar el coche tras un paso canadiense a orilla del río Nevandi. Desde la portilla, pasamos un puente de madera con escalones que nos mete en el GR que baja a Fuente Dé. Lo seguimos en descenso rodeando la montaña por buen camino. A los 1200 m de desnivel sale a izquierda un desvío hacia la majada de Tobín. En este punto abandonamos el camino y nos metemos en el bosque directos hacia el pico. De esta manera atravesaremos un tramo de bosque lo más pequeño posible hasta dar con un gran claro en el que tenemos a plena vista la cara sur del Valdecoro. Aconsejable mirar antes bien este tramo de aproximación para no bajar más de la cuenta o para no atravesar una gran zona de bosque.
La dificultad de la vía (por la variante de salida) ronda el V/V+, excepto el tercer largo que sale 6b/A0. La calidad de la roca, teniendo en cuenta que es una vía “montañera” es aceptable. El tercer y cuarto largo son compactos y el resto tiene algún bloque a tener en cuenta, pero no se puede decir que tenga mala roca. Lo peor, sin duda, la excesiva vegetación que encontramos en algún largo, como el quinto y sexto, que exige apretar más de la cuenta para evitar pisar el verde. La salida original se presentaba aún más sucia.
la ruta está suficientemente equipada, con cinco reuniones montadas con dos parabolt y argolla. Cuenta con algún clavo en los pasos más duros y en el muro de 6b encontramos 3 parabolt y dos clavos. Es una vía que se protege bien en general.
Todas las reuniones, menos la de “los encajes” cuentan con dos parabolt con argolla (variante de salida).
El material que necesitamos consiste en un juego completo de aliens y friends hasta el 2. Un juego de empotradores con algún número grande y 12 cintas.
El descenso lo efectuamos hacia el noroeste, pasando bajo la cima por las extensas pandas herbosas siguiendo algunas trochas de paso. Al llegar a la riega del Aguasel la seguimos dirección a Igüedri. Sobre los 1450 m, sale a la izquierda una senda que lleva directa en horizontal a la Portilla del Boquerón, donde comenzamos por la mañana.
Primer largo; Tomamos como referencia una marcada chimenea con un tendido zócalo en su base que remontamos mejor de izquierda a derecha (III). Comenzamos la escalada bajo la chimenea y un poco a la derecha, donde hemos montado reunión fuera de la vertical de una posible caída de piedras. Entramos directos a chapar un clavo con cordino y nada más hacerlo pasamos a escalar por el labio izquierdo de la amplia grieta (IV+). Nos montamos encima de ella y damos a un collado herboso donde montamos la R1 bajo una fisura bien visible a mano izquierda. Reunión muy cómoda.
Chimenea del primer largo y el collado donde concluye.
2º largo; Salimos rectos por la fisura y aseguramos en un cordino cercano al arranque (IV+). La superamos y giramos a derechas para remontar sucesión de bloques (III) que nos llevan, en un largo tránsito, hacia la parte más vertical de la pared. A su comienzo montamos la R2 también sobre dos parabolts. 55 metros.
3º largo; Es el mas difícil en libre y también el más equipado (2 pitones y 3 parabolt). Comienza con una travesía a la derecha en la que enhebramos un puente de roca al poco de salir (IV). Continuamos hasta debajo de la fisura-muro donde se concentran las dificultades, chapando justo antes un parabolt. Subimos verticales hasta un pitón de uve (V+), siendo desde aquí hasta la siguiente chapa que vemos a la derecha, el tramo más duro, 6b. Salimos de él (posible A0) y continuamos unos metros rectos (V+, clavo) hasta la reunión que queda a la izquierda.
El tramo más duro está bien protegido
4º largo; Posiblemente el largo más bonito. Salimos por placa chapando un par de clavos en la grieta de la derecha, hasta un techito situado en la vertical del asegurador (V+). Lo superamos y nos aseguramos en un parabolt que aparece. A continuación seguimos escalando con tendencia total hacia la izquierda con tramos de placa con algo de fisura encima (IV+). Al dar con un pitón en unos bloques, montamos el relevo reforzándolo con empotradores. Es la llamada reunión de “los encajes”.
5º largo; Salimos de la reunión pasando un filo a la izquierda para acto seguido montarnos otra vez a la derecha ya encima del asegurador (V). Superado el murito se abre un diedro muy herboso en el que encontramos hasta 3 clavos. Lo escalamos pegados al diedro con el abundante matojo estorbando y después, al final, saliendo a la derecha un par de metros en placa (V) para montar reunión sobre dos chapas con argollas que están a al vista.
6º largo; Desde la reunión damos dos pasos a la derecha doblando un filo y nos aseguramos en un clavo. Ahora encima tenemos un paso de placa (V) nos lleva a una chapa bien visible. Continuamos recto hacia arriba superando numerosos pasos de bloques (hierba). Encontraremos otro pitón protegiendo otro paso (V) estirando las cuerdas hasta que de frente se pone muy ofensivo. Entonces vemos a nuestra izquierda un pequeño filo, tras el cual se esconden dos chapas con argolla para montar el siguiente relevo. (esta reunión no es visible según escalamos).
7º largo; Última tirada. Salimos verticales escalando una fisura de IV grado que se protege bien. Al trasponerla, una sucesión de trepadas de III+ hacia la derecha, nos dejan en el collado donde un bloque laceado nos sirve para asegurar los últimos metros de escalada de nuestro compañero. La cima del Valdecoro, queda detrás de nosotros (oeste) a escasos metros.
Salida de la vía. En uno de esos bloques que se aprecian, se pasa un lazo largo para asegurarnos.
al noroeste tenemos buena vista de la Punta Covadonga, Peña Olvidada y Peña Vieja.
Foto de la cordada en la cumbre del Valdecoro, 1812 m.
El descenso, cómodo y evidente. Además, lo tenemos completamente a la vista desde la cima del pico. Los Picos de Cámara, Prao Cortés y Cortés destacando al fondo de la foto.
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