Villarejo, Risco Gordo. “Mari Paz”, 200 m. 6a.
Croquis de la ruta a pie de vía.
En la provincia de Ávila, entre los puertos del Pico y Serranillos, se sitúan el Torozo y los riscos de Villarejo donde encontramos un montón de vías de escalada clásica sobre un granito de gran calidad. La Mari Paz es una gran clásica del Risco Gordo (Villarejo), que acumula 200 metros repartidos en 6 largos donde destacan los llamativos diedros verticales de la parte superior de la vía. Son muy estéticos y bonitos de escalar, y por si solos van a hacer que merezca la pena la visita. Además, su orientación hacia el norte, la hace ideal para los días calurosos de verano.
Aproximación. Desde la localidad de San Esteban del Valle, tomamos la carretera del puerto de Serranillos y lo recorremos casi en su totalidad. Dos kilómetros antes de coronarlo pasamos una pronunciada curva de herradura y dejamos el coche en el lateral derecho. En la misma curva nace un sendero que se eleva cambiando pronto de vertiente y llevándonos en poco más de media hora a la Torre de Villarejo. En la aproximación distinguimos facilmente el Risco Gordo por su forma redondeada despuntando en lo alto, conociéndole por ésto como el Yelmito. Su cercanía al collado del Boquerón hace que, desde esa vertiente, se le denomine también Punta del Boquerón. Continuamos nuestro camino dejando a la derecha los vivacs y rodeando la Torre de Villarejo hasta entrar de lleno en la vertiente noreste del Risco Gordo (una hora más o menos).
la aproximación es evidente con un camino fácil de seguir
Apertura. La Mari Paz fue abierta por Santiago Pino, Carlos y Javier Avellano, y Luis Martín en abril de 1976, siendo una de las primeras aperturas en la zona de Villarejo.
Dificultad. La vía ronda en general el V/V+ alcanzando el 6a en el quinto largo, para un total de 220 metros de escalada. La roca es buena en general, con algún “pero” en las primeras tiradas.
Material: La equipación con la que cuenta la pared se reduce a algunos clavos en los pasos más duros. En general se protege a placer y tanto las reuniones, como los 4 rápeles, están equipados con dos parabolts con argolla con el nombre de la vía grabado en la chapa. Todo esto, gracias al tremendo trabajo de Gabriel Martín, el principal equipador de la zona.
Llevamos dos cuerdas de 60 m, 10 cintas y un juego completo de fisureros y friends hasta el número 3 en el que podemos repetir algún número medio.
1º Largo, 30 m, V
Señalamos el arranque de la vía 10 metros a la derecha de la vertical del árbol y la oquedad donde se monta la primera reunión. Si nos fijamos, a unos 8 metros vemos un clavo que nos marca el camino a seguir. Comenzamos trepando vertical por bloques hasta alcanzar el clavo que protege un paso (V). Seguimos rectos sin perder de vista el árbol, alcanzándolo en una travesía a la izquierda (IV+, ojo bloques inestables). En el árbol encontramos dos chapas que corresponden al último rapel. Nosotros continuamos cinco metros encontrando la reunión en la pared derecha de la oquedad. Largo de calentamiento, ojo a los cantos y musgo.
El primer largo termina en una travesía a la izquierda hacia el arbolito que se aprecia por encima y a la izquierda del escalador. Tras el árbol, montamos el primer relevo.
Salida de la travesía desde la primera reunión.
2º Largo, 25 m, V
Comenzamos destrepando fácil varios metros a la izquierda para ascender de seguido por un contrafuerte que se estrecha en una fisura más vertical protegida por un clavo (V). Continuamos por encima y chapamos otro clavo. A partir de aquí escapamos unos metros hacia la izquierda donde afloja la dificultad (IV), para trepar recto y montar, pocos metros por encima, la segunda reunión sobre dos parabolts con argolla. Largo corto con pasos puntuales.
Tras perder unos metros trepamos agotando la fisura y después con tendencia a la izquierda a montarnos en el espolón.
3º Largo, 45 m, V
Tirada fácil de seguir y que nos va a dejar bajo el gran diedro que sirve de referenca. Comienza el largo bastante vertical pero con buenas presas (IV+) hasta chapar un clavo, a unos 7 metros, el cual protege el paso más duro (V). A partir de aquí es más sencillo. El terreno se vuelve escalonado (IV+) y va tendiendo ligeramente hacia la izquierda hasta alcanzar una enorme terraza en la que encontramos los dos parabolts para montar la R3.
Comienzo del tercer largo que terminará por debajo del gran diedro.
Los últimos metros nos dejan en una repisa enorme.
4º Largo, 40 m, V+
Comienza lo bueno. El 4 largo es muy variado, con placa, diedro, bavaresa…muy bonito de escalar. Comenzamos por encima de la reunión trepando por una placa directos a un clavo que está a unos 5 metros (V). Ahora, con ligera tendencia a la derecha hasta alcanzar la base del diedro (clavo). Escalamos el diedro protegiendo bien con friends medianos hasta los últimos metros, donde una bavaresa (clavo en la base), vertical, corta y atlética (V+), nos saca a la repisa donde encontramos la cuarta reunión (2 chapas).
El círculo amarillo indica la reunión en el diedro.
la bavaresa que precede a la reunión.
5º Largo, 40 m, 6a
El largo clave de la vía, el más bonito sin duda. Vertical, buena roca y ambientazo. La salida presenta dos posibles variantes. Si arrancamos por el diedro que tenemos encima sale V+. Nosotros salimos en horizontal a por la fisura que tenemos a la izquierda. Algo más dura alcanza el 6a de salida asegurándonos en su interior con friends medios. Salimos de ella y nos metemos en la gran fisura donde relaja un poco. La remontamos pero saliendo, antes de su final, por el labio de la izquierda evitando que nos coma. Ahora, escalamos por pequeñas presas que vamos encontrando sobre la placa (6a) chapando un clavo bajo el pequeño techo que precede a la reunión. Lo esquivamos por la izquierda montando el quinto relevo sobre el mismo. Guapísimo.
Variante de la fisura izquierda. Salida vertical por fisura, 6a.
El diedro del quinto largo, sin duda lo mejor de la vía.
6º Largo, 40 m, V+
Más sencillo que el anterior, pero con un arranque picante por una fisura peleona que se deja asegurar con friends (V+). Una vez superada, se trepa por terreno escalonado, disminuyendo progresivamente la pendiente y dificultad. En su parte final, trepamos por una placa tumbada (IV+) que agotamos con tendencia a la derecha, hasta los parabolts donde termina la vía.
Fisura del último largo. V+.
Las placas superiores ceden en verticalidad hasta la reunión.
Vista de la última reunión, de la que salimos andando hacia la derecha a buscar la línea de rápeles.
Descenso. Nos movemos a la derecha de la reunión unos metros y pasamos una canal contígua. Por encima y en fácil trepada alcanzamos la primera instalación de rápel. Todas ellas montadas con dos chapas y la inscripción grabada en ellas. Los rápeles tienen varios tramos volados y bajan por la marcada canal situada a la derecha de la vía según la miramos de frente (ver croquis). Los 3 primeros son de 45 m y el último, unos 25.
En cuatro rápeles estamos a pie de vía.
En esta actividad; Jose Miguel, Álvaro Martín “Hache” y Jose Tascón.
septiembre de 2021